EXCELSIOR
24-Noviembre-2009
Lilián Chapa
Dos edificios permanecen tomados por invasores desde el mes pasado; uno de ellos, propiedad federal, está en riesgo de caer ante un sismo
Integrantes del Movimiento y Unidad de Organizaciones Populares invadieron dos inmuebles contiguos en la colonia Campestre Churubusco, en la delegación Coyoacán, uno de los cuales pertenece al gobierno federal, mismo que representa un riesgo para ocupantes y edificaciones aledañas debido a los daños que sufrió en los sismos de 1985.
Desde su arribo, en los primeros días del mes pasado, a los predios marcados con los números 1680 y 1684 de Canal de Miramontes, los invasores instalaron en las fachadas lonas que manifiestan su apoyo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y su rechazo a la dirigente del sindicato magisterial, Elba Esther Gordillo.
El dictamen que la Dirección General de Prevención de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal realizó en mayo de 2008 al edificio de ocho niveles ubicado en el 1680 determina que los sismos provocaron en el inmueble: "Daños mayores. Desplome de 25 centímetros en dirección norte y deterioro de elementos estructurales."
Sobre las condiciones actuales del edificio, además de reportarlo como desocupado, el documento, al cual tuvo acceso este diario, refiere que desde el sismo no se le ha realizado trabajo alguno de reestructuración y advierte que "el estado del edificio pone en peligro a las edificaciones vecinas ante la ocurrencia de un sismo de importancia".
La dependencia tiene catalogada la colonia Campestre Churubusco entre las zonas de mayor vulnerabilidad sísmica en Coyoacán debido a que las ondas de ese tipo se amplifican por el tipo de suelo arcilloso.
Incluso, mapas de peligro sísmico elaborados por el Servicio Geológico Metropolitano de la Universidad Nacional Autónoma de México en colaboración con la Secretaría de Protección Civil capitalina, en 2007, señalan la parte central de la demarcación como una de las áreas de mayor peligro para edificaciones de 6 a 10 niveles.
De acuerdo con el Folio Real número 9057704 del Registro Público de la Propiedad y de Comercio del Distrito Federal, en noviembre de 1976 Juan Bandera Molina recibió de la distribuidora de cintas estatal Películas Mexicanas tres millones 450 mil pesos por el edificio. En ese entonces el mismo Molina era el director de la empresa.
En 1993, años después de que se ordenó la liquidación de la distribuidora, sus responsables donaron el inmueble, indica el folio, "a favor del gobierno federal, a través de la Secretaría de Educación Pública (...), que adquiere el inmueble".
Hasta octubre pasado el predio se mantuvo abandonado y sólo algunas personas ingresaban a éste, denunciaron vecinos de la zona, para consumir drogas.
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