viernes, 11 de septiembre de 2009

Zona arqueológica del centro de Iztapalapa. Cubrir los vestigios y no informar todo lo descubierto, inconforman a vecinos

Zona arqueológica del centro de Iztapalapa

 

 

Cubrir los vestigios y no informar todo lo

 

descubierto, inconforman a vecinos

 

*  Meses después, informaron del hallazgo

 

*  Estiman que la pirámide mide 120 metros de largo

 

*  Se desconoce qué encontraron y por qué taparon el área

                                                                                                

Ángel de la Rosa

 

 

Debido a que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la delegación Iztapalapa no informaron con oportunidad de los vestigios prehispánicos descubiertos en el centro de Iztapalapa a principios de 2007, así como lo hallado en los últimos meses de investigaciones, y el haber ocultado la zona arqueológica a finales del 2008, han propiciado inconformidad e incertidumbre entre los habitantes de los Barrios.

     Fue hasta el dos de agosto del 2007, tres meses después de percatarse de la existencia de los vestigios en el jardín y explanada Cuitláhuac, cuando el INAH informó a la opinión pública del descubrimiento arqueológico y el avance de sus investigaciones.

      Las imágenes difundidas mostraron basamentos de pisos de una pirámide que de acuerdo a Jesús Sánchez Sánchez, responsable de las investigaciones, podría  llegar a medir 120 metros de largo.     

     Además, informó que ahí fue un centro ceremonial y describió a la zona como "la más importante de la antigua Iztapalapa"

     Posteriormente a esa fecha, el investigador no ha do a conocer públicamente lo descubierto, que en el jardín Cuitláhuac abracó el 2008.

      Aunado a esa falta de información, desconcertó a la población de los Barrios, que sin ninguna explicación y faltando a su compromiso de respetar los vestigios, Horacio Martínez Meza, en ese entonces delegado de Iztapalapa, haya ordenado ocultar, con obras ornamentales, toda la zona prehispánica descubierta.

         Ante esta situación, en el pueblo de Iztapalapa se han levantado voces de inconformidad con las autoridades relacionadas  con los trabajos de exploración y ocultamiento de los vestigios.

      Una de ellas, la del señor Francisco Muñoz Juárez, vecino del Barrio de San Lucas, quien se ha distinguido por su conocimiento e interés por la historia de la comunidad, expresa claramente el sentir de la población, al comentar que "es inconcebible hasta una burla, que sin mayor explicación hayan cubierto los vestigios arqueológicos más importantes de nuestra historia, y no estemos siquiera informados de las piezas descubiertas después de más de dos años de trabajos en el área"

      Por otra parte, la Asociación de Profesionales de Iztapalapa solicitó al arqueólogo Luis Alberto Martos López, Director de Estudios Arqueológicos del  INHA , información sobre los trabajos de investigación en esa zona el 26 de mayo del 2008, que por motivos desconocidos, no hubo respuesta  de parte de la institución federal.

      Su hermetismo y el no haber informado públicamente a tiempo lo descubierto, ha propiciado dudas en la comunidad sobre la transparencia con la que se condujeron los funcionarios públicos en esa etapa de exploración.

      Al respecto, Rocío Hernández Álvarez, del Barrio San Pedro, señaló "que de en forma repentina, en agosto del 2007 nos mostraran vestigios de una pirámide en el que se observaba que ya llevaban buen tiempo investigando, nos lleva a preguntarnos el por qué no nos informaron del descubrimiento en forma oportuna, qué ocultaron" 

      Sobre el mismo punto, Reyes Flores Luna, vecino del Barrio San Ignacio, dijo extrañarse el que "no les permitieran acercarnos a metros de la barda perimetral que cubría el área de trabajo, lo que era indicativo de que algo ocultaban".

      "La duda se refuerza, agregó el entrevistado, si consideramos que la delegación ya tenía conocimiento, con anterioridad a la construcción de la "Macroplaza" en la explanada y jardín Cuitláhuac a principios del 2007, de que estos lugares ya existían vestigios prehispánicos"

      "También, continuó, consideramos una omisión grave que no nos hayan comunicado las razones que tuvieron las autoridades de la delegación para tapar lo descubierto"

      "Además, deben informarnos si sacaron vestigios y, en su caso, en dónde están y la relación de ellas", finalizó.

     A la importancia de la zona se refirió Maribel Valdez Mosco, en los siguientes términos: "Vivo en la colonia Leyes de Reforma, pero mis raíces están en los Barrios. Por eso me duele que cubrieran  parte de mi historia, que debe servirme para explicarme mi presente, y por consiguiente, por el invalorable significado que tiene para mi identidad con el pueblo de Iztapalapa"

    

 Antonio Maguey Granados, originario del Barrio de San José, convocó a la población para que se exija que los vestigios se expongan al público, para los cual expuso los siguientes argumentos históricos: "Esa zona arqueológica es un símbolo de dignidad por la defensa del pueblo de Iztapalapa, que nuestros antepasados hicieron cuando Hernán Cortés y su ejército pretendieron acabar totalmente con Iztapalapa en enero de 1521, en represalia a la derrota que les propinó Cuitláhuac, el 30 de junio de 1520"

      "En es batalla, prosiguió el señor Maguey, los guerreros de nuestro pueblo abrieron las compuertas de las acequias, lo que provocó que el nivel del agua subiera, que hizo que  los conquistadores y sus aliados los tlaxcaltecas se vieran obligados a huir, dejando el botín que pretendían saquear, episodio que así es narrado por Bernal Díaz del Castillo, testigo presencial de los hechos"

      Aunado al haber ordenado tapara la zona , en medio de una total desinformación, con el mayor sigilo Horacio Martínez reabrió al público la explanada el cinco de diciembre del 2007 y el jardín Cuitláhuac, el 27 de diciembre último.

      El significado de no haberles informado de la reapertura a los vecinos del pueblo de Iztapalapa, Ceferino Santillán Morales, vecino del Barrio San Miguel, nos dice  "que de la noche a la mañana la delegación haya reabierto el jardín y explanada, sin el más mínimo comunicado, nos demuestra la poca o nula estima que nos tienen las autoridades, que actúan como si fueran dueños de nuestra historia, de nuestros espacios públicos más importantes"    

      Ante la cerrazón de parte de las dependencias involucradas, Sergio Ayala Orozco, del Barrio Santa Bárbara, planteó la necesidad de recurrir a Derechos Humanos y a Organismos Internacionales para solicitar su apoyo con el fin de conocer en forma veraz los vestigios hallados".

      Así mismo, "Conocer si las autoridades cumplieron con los permisos correspondientes para tapar la zona arqueológica", enfatizó.

      "Y solicitar, añadió el señor Ayala, al Instituto de Información del Gobierno del Distrito Feral el monto de los gastos realizados en la obra pública denominada "Macroplaza" que sirvió para tapar esta área histórica"

      Por último, manifestó coincidir en la necesidad de exponer públicamente la zona arqueológica, por su importancia en nuestra identidad y sentido de pertenencia.

Artículo publicado en el periódico Iztapalapa Escribe. Septiembre 2009



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1 comentario:

  1. yo creo que nos deveriamos de unir para que se nos muestren los vestigios que fueron encontrados en el centro de iztapalapa ya que forma parte de nuestra cultura e identidad y ademas esclareser que fue lo que ay se encontro

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