Por Dr. Roque Juan Carrasco Aquino Corresponsal en México del MAE Y Dra. Hena Andrés Calderón Miembro del Consejo Asesor del MAE henaivan@hotmail.com |
Con base en las tendencias de integración, la realidad actual expresa una dinámica de vicisitudes que se introduce en una fase de colisión constante; lo anterior se debe más a las necesidades de la demanda social que no coinciden con las exigencias de un mercado especulativo, aunado a los hechos y acciones de políticas que rompen con el modelo desarrollo. No obstante, al tiempo que sucede lo anterior, en paralelo, surge una dinámica de exclusión social que desborda constantemente la lógica de desarrollo y/o de crecimiento físico espacial.
El contexto actual, es penetrado por un desarrollo sustentable que irrumpe en el proceso urbano y en los espacios no urbanizados. Las regiones entran en un escenario que no logran alcanzar la lógica de la homogeneización de las inversiones, excepto aquellas que cuentan aún con recursos para el intercambio en un terreno desigual. En tanto, las contradicciones del capital, así como de sus necesidades estructuran un nuevo modelo de distribución social y territorial de la fuerza de trabajo que comercializa a nivel internacional; también, la reproducción de ella y del capital, se difuminan creando crisis en los bienes de consumo y de producción.
De las transformaciones territoriales a los procesos de “integración” espacial
Con base en las reconversiones territoriales, sobre todo, dentro de los límites entre la ciudad de México y su área conurbana, presentan ya una tendencia polarizante y segregativa respecto a los habitantes que a principios del siglo pasado se concentraban en la zona del centro histórico y sus partes aledañas. Sin embargo, al cambiar los usos del suelo, la valoración y renta diferencial del espacio, de la parte central de la ciudad, los habitantes no tuvieron las posibilidades de enfrentar la tendencia especulativa ni el apoyo económico de las autoridades. No obstante ante esa tendencia de privatizaciones del suelo urbano, se pueden extraer algunos hechos contradictorios que han llevado a una mayor segregación:
1 - De un proceso de migración concentrada en las partes centrales de la ciudad de México, debido al “boom” industrial de los cuarenta, desestructuró el campo e integró territorios en la ciudad y su área conurbana. Comienza la parte desvalorativa, pero con transferencia de un valor hacia el mercado, de un uso del suelo que no era ajeno a los procesos de especulación.
2 - A medida que las necesidades de un desarrollo urbano, demandante de espacios próximos a los límites de la ciudad central, incrementaba, los precios en esa posición y disposición, se generó una tendencia alcista que entraba bajo la lógica de la reproducción tanto de la ciudad como del capital inmobiliario, bancario, industrial y constructor y, por supuesto de la fuerza de trabajo en su mayoría de población migrante.
3 - La ciudad en ese entonces, comienza a crecer dispersándose con tendencia expansiva y concentradora; es la época de la política económica de carácter desarrollista, principalmente, de los años 60 y 70, que marcaba un periodo de concentración desconcentrando; al tiempo la migración de campo ciudad se caracterizaba entonces por la trayectoria de un desarrollo metropolitano sin planificación que mediara entre un crecimiento poblacional y un desarrollo económico. Los límites de una ciudad con una población mayor a las necesidades y demandas de la ciudad entraban en aquel tiempo en un proceso de contradicción (véase figura 1):
- Qué se expresa en la figura 1, después de precisar la delimitación de la ciudad de México, el proceso de urbanización y las tendencias concentradoras irrumpen los límites geográficos.
- El espacio urbano en el territorio delimitado por dos entidades federativas, se estrechan y cada vez, las fronteras jurídicas son rebasadas por la expansión de ambos territorios.
- Los fenómenos entre una región metropolitana y los municipios aledaños se entrelazan para negarse en los ámbitos políticos y jurídicos.
4 - No solamente la Ciudad de México comenzaba a sufrir los embates de las contradicciones de las políticas de los gobiernos sexenales. Por el contrario, era la tendencia de la distribución desigual de la fuerza de trabajo, del capital y del territorio a escala internacional. La burguesía naciente entraba en un nuevo escenario que cubría más las necesidades del mercado que la respuesta “equitativa” de la sociedad urbana incipiente en ese momento.
5 - La respuesta fue una concentración desigual de la población y un crecimiento desordenado. Las cifras de un desarrollo de la periferia de la ciudad de México manifestaba ya un rompimiento de los límites que se polarizaba con la realidad numérica. Asimismo, se presenta una dualidad de mercados (Jorge E. Horbath C., 2002). Véase el cuadro 1. sin duda, esta tendencia de concentración de población y crecimiento metropolitano, se debe también, a la política y al modelo económico de los años cincuenta, sesenta y setenta: Sustitución de importaciones; crecimiento hacia dentro; desarrollismo económico con corrupción, etc.
Cuadro 1: Región Centro - Evolución de la Población Total: 1950-2000 Población |
1950 |
1960 |
1970 |
1980 |
1990 |
2000 |
Región Centro |
7.759.379 |
10.825.170 |
15.931.701 |
23.533.883 |
27.073.577 |
32.936.450 |
Total Nacional |
25.779.254 |
34.923.129 |
48.225.238 |
66.846.833 |
81.249.645 |
97.483.411 |
Porcentaje |
30,1 |
31,0 |
33,0 |
35,2 |
33,3 |
33,8 |
Tasa de Crecimiento |
1950-1960 |
1960-1970 |
1970-1980 |
1980-1990 |
1990-2000 |
1950-2000 |
Región Centro |
3,4 |
3,9 |
4,0 |
1,4 |
2,0 |
2,9 |
Total Nacional |
3,1 |
3,3 |
3,3 |
2,0 |
1,8 |
2,7 |
|
Por último, la estructura del territorio, ha demostrado que las fuerzas transformadoras no han sido solamente de la migración, sin duda también, la especulación del suelo, las políticas de concentración de las infraestructuras, del capital y de todas las condiciones generales para la producción fueron y siguen estructurando y (de)fomando el territorio; así como las tendencias privatizadoras que especulaba con lo urbanizado, por parte de inmobiliarias, aunado a las políticas del sexenio de los años setenta permitieron que se expandiera tanto el territorio como de organizaciones políticas que fungieron en factores importantes al clientelismo político, concretizándose en la invasión de terrenos “baldíos”. Por ejemplo, en la región metropolitana, se puede apreciar los Estados que prácticamente conforman la Región Metropolitana; véase la figura 2. Una expresión de la tendencia actual y su incorporación a los límites más allá de lo jurídico político.
¿Es posible un desarrollo sustentable frente a las tendencias transformadoras para el capital?
De todo lo expuesto, ¿qué le habremos de pedir a la sustentabilidad, la misma utilizada en contextos diferentes, de culturas y tradiciones distantes e incomparables a las nuestras? En tanto, hablar de recursos humanos y naturales que subyacen de unas relaciones sociales de producción capitalistas en contradicción, ¿qué se puede esperar?, Por supuesto que ninguna posibilidad de llevar a cabo lo que en otras realidades difieren con las nuestras. De tal manera que, si hablamos de un desarrollo basado en las transformaciones territoriales, de las formas de apropiación del territorio, etc., y de no considerar la lógica del desarrollo de la reproducción del capital en los diferentes niveles: Internacional, nacional, regional, municipal y local, no sabremos a ciencia cierta los efectos perversos de las transformaciones territoriales y las consecuencias económicas, políticas y sociales.
Desde la perspectiva del crecimiento de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), comienza a presentarse los problemas que más tarde podrán agudizarse. En este sentido podría por ejemplo, el problema del consumo total de agua para uso doméstico y comercial fue estimado en 1.309,4 millones de metros cúbicos, lo que significa el 77% del volumen total demandado en la entidad, suministrándose un 27,9% de la Cuenca Lerma, un 28% de la cuenca Balsas y un 64% por parte de la cuenca del Alto Pánuco que comprende el sistema hidrológico del Valle de México. Un déficit que ya cambia la esencia del vital líquido de valor de uso a valor de cambio (Diagnóstico del Estado de México. www.edomexico.gob.mx).
Tres elementos han de considerarse para comprender las ventajas de la sustentabilidad, en caso de ser aplicado para México:
- Un desarrollo que no tiene que ser ajustado a los intereses del capital.
- Que el desarrollo debe plantearse de acuerdo a las necesidades de las grandes mayorías de México.
- En lugar del desarrollo sustentable, por el desarrollo socialmente necesario; contra la privatización de la economía y de sus potencialidades en recursos humanos y naturales.
A Manera de conclusión
www.df.gob.mx). Ciudad para él y por el capital.
3 - Retomando las ideas de Fernández, con relación a sus planteamientos, al decir que la construcción de la ciudad y las áreas metropolitanas –esas vastas configuraciones territoriales propias de la generación de corredores urbanos o mosaicos híbridos – hoy parece armarse en torno de una acumulación heterogénea de fragmentos – como enclaves terciarios de consumo exclusivo, barrios cerrados, parques temáticos, etc.- que obedecen a distintas lógicas de producción y que resisten a y son autónomas de todo encuadramiento sistémico normativo y de condiciones objetivas de recalificación social integral. (Fernández, R., 2002).
4 - Sin embargo, con base en una política de sostenibilidad urbana y territorial, por el contrario, tiene que basarse en la participación de la ciudadanía, evitar la fragmentación urbana con la creación de new town; en tanto, establecer densidades residenciales elevadas y tramas densas que favorezcan un transporte público operativo y equipamientos sociales de proximidad. También cabe precisar entonces que, debe impulsarse la multifuncionalidad de los espacios como elemento dinamizador de vida en la ciudad, implementar políticas de rehabilitación y revitalización de las zonas en declive, discriminación positiva para el tráfico de los transportes públicos mediante la creación de carriles separados, desincentivar el uso del automóvil privado y limitar los aparcamientos (Frías, A. www.gara.net).
5 - También es importante resaltar que otros organismos internacionales cuestionan el modelo económico, el caso de Greenpeace, proponen que debe reconocerse que existen unos límites al crecimiento, y que esos límites deben estar basados en la limitada capacidad del planeta de renovar sus recursos naturales, así como en su capacidad de carga para admitir las emisiones contaminantes. Esta fue la razón de la Declaración de Río de 1992 y el motivo por el que es necesario elaborar estrategias de desarrollo sostenible. Ecologistas en Acción-Greenpeace. SEO/BirdLife-WWWF/Adena. Aunque no estemos, del todo, de acuerdo en la manera de cuestionar las relaciones de producción vigentes.
6 - En particular, los países del Norte, cuyo compromiso con la ONU ha disminuido, deberían cambiar de parecer y defender su indispensable rol de activista por la igualdad social, el desarrollo y el ambiente, en pleno proceso de cambio mundial. La ONU podría, al menos, actuar como contrapeso del enfoque de laissez faire del FMI, el Banco Mundial y la OMC. (Khor, M., 2002).
7 - EL DESARROLLO URBANO SOSTENIBLE debe tener como misión fomentar, mediante una planeación democrática y de calidad, el crecimiento equilibrado, sustentable y equitativo de los Municipios. Esto mediante un trabajo integrado, armónico y confiable por y para nuestro territorio. Esto debe ser el principio que de impulso al Plan Municipal de Desarrollo implementado por el Gobierno Municipal para dar frutos a los esfuerzos que día a día realizan las mujeres y hombres en favor de su progreso y bienestar. (Comunidad Desarrollo Urbano Sostenible, 2001).
Bibliografía
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- Tuirán, Rodolfo (2000): “Los desafíos demográficos en el nuevo milenio”. En página web: www.conapo.gob.mx
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