sábado, 12 de junio de 2010

Museo de las Intervenciones sacude la fibra nacionalista de los mexicanos

11-06-2010

Gerardo Tena México, 11 jun (EFE).- Aunque no es el más visitado, el Museo Nacional de las Intervenciones sí sacude la fibra nacionalista de los mexicanos, pues recuerda la pérdida de la mitad del territorio en guerras con EE.UU., entre la Independencia y la Revolución, gestas de las que se festejan el bicentenario y centenario.

El Museo Nacional de las Intervenciones abrió sus puertas hace 29 años, en el ex convento de Churubusco, enclavado en el barrio capitalino de Coyoacán.

Por sus salones desfilan principalmente alumnos de educación básica y media que ven con asombro escenas de las batallas contra tropas españolas cuando apenas México iniciaba su vida independiente o de la resistencia a invasiones francesas y estadounidenses.

"Entre el bicentenario y centenario hay un siglo XIX con una serie de acontecimientos que le van dando al país su perfil, donde se va construyendo la nación", dijo a Efe la antropóloga Enriqueta Cabrera, directora del museo.

"No se puede negar que las intervenciones fueron dolorosas, sobre todo la de Estados Unidos (1846-1848) en que perdimos más de la mitad del territorio", dos millones de kilómetros cuadrados, señaló.

"También hay que decir que la defensa en contra de las intervenciones fue la reafirmación de la Independencia" de México, agregó.

En el lugar donde está ahora el museo había un adoratorio a Huitzilopochtli, dios azteca de la Guerra, sobre el que los evangelizadores españoles construyeron un convento que años más tarde fue un cuartel mexicano donde se libró una batalla contra tropas invasoras de EE.UU., en 1847.

Los cañones con que los mexicanos repelieron la agresión flanquean la entrada al museo y los muros exteriores tienen las huellas de los impactos de las balas.

En el interior hay distintas banderas, una máscara mortuoria del emperador Maximiliano de Habsburgo (1832-1867), un carruaje del presidente Benito Juárez (1806-1872), algunas armas y joyas usadas en esas épocas.

También se muestra la vida cotidiana del convento cuando estaba ocupado por frailes.

"Ha pasado mucho tiempo" desde aquellos años aciagos y los mexicanos ya están hechos a la idea de lo que hoy es México, dijo Cabrera.

La pérdida de Texas, Nueva California y Nuevo México es una herida abierta, pero la relación con EE.UU. tiende en los últimos años a ser normal.

México es desde 1994 socio de EE.UU. y Canadá en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), y del lado estadounidense hay 30 millones de personas de origen mexicano, aunque quedan temas espinosos en la relación bilateral, como el migratorio.

En aquella época México estaba surgiendo como nación y no tenía un gran ejército para combatir al de EE.UU., país que se perfilaba como una potencia mundial con una política expansionista.

La gente que visita el museo es en su mayoría estudiante, y los domingos el sitio es un paseo familiar; pocos son los extranjeros que se acercan a este lugar.

Las invasiones extranjeras a México en el siglo XIX sirvieron también para marcar la política exterior mexicana, con principios como la no intervención, la autodeterminación de los pueblos y el fortalecimiento de la soberanía.

Hubo dos invasiones estadounidenses más en plena Revolución mexicana, la 1914, y la de 1917 con la persecución al general revolucionario Pancho Villa que había atacado el pueblo de Columbus.

México no solo se enfrentó a tropas extranjeras sino a la ambición de sus políticos, algunos de ellos apoyaron las intervenciones.

El adolescente Darío Albañez dice al salir del museo: "Sentí que antes (los mexicanos) eran muy convenencieros (egoístas) y por eso se perdieron batallas y perdimos nuestros territorios".

Cabrera pone como ejemplo de ambición a Antonio López de Santa Anna, quien fue considerado un héroe por derrocar a las tropas españolas, y después se hizo con la Presidencia once veces, en una de las cuales se perdieron los territorios.

"Uno de los generales estadounidenses decía que si los mexicanos hubiéramos estado unidos, muy difícilmente (los extranjeros) hubieran logrado triunfar como lo hicieron", recordó Cabrera.

El maestro Eduardo Sámano, del Instituto Kiel, dijo que lleva a sus alumnos al museo para que conozcan esta parte de la historia y afirma que la reacción de los estudiantes es de "asombro e incredulidad". EFE

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario