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Ciudadanos en Red
4 de diciembre de 2008
CONDESA
Límites: al sur, la Av. Michoacán; al norte, la Av. Veracruz; al oriente; Tamaulipas; al poniente, José Vasconcelos (antes Calzada de Tacubaya).
Sus terrenos se fraccionaron a partir de 1602. Su primera propietaria fue María de la Campa y Coss, Condesa de Santiago de Valparaíso, casada con Miguel Berrio y Zaldívar, marqués del Jaral de Berrio, propietario de la cuadra en la que el escultor valenciano Manuel Tolsá encontrara un hermoso caballo que le sirvió de modelo para su estatua ecuestre dedicada a Carlos IV. Este matrimonio tuvo una hija, Ana María de Berrio y Campa, quien casó con Pedro de Moncado y Branciforte, unión en la que vino al mundo Guadalupe de Moncado y Berrio, Marquesa de San Román. En 1867 falleció el último descendiente por línea directa de los marqueses del Jaral de Berrio. Sus propiedades pasaron a parientes un tanto lejanos quienes, años más tarde, fraccionaron lo que fue hermosa hacienda.
Según el Cronista de la Ciudad de México, Guillermo Tovar y de Teresa, el nombre de "Condesa" procede de su propietaria, la tercera condesa de Miravalle: doña María Magdalena Dávalos de Bracamontes y Orozco, esposa de don Antonio de Trebuesto y Alvarado, que era caballero de Alcántara. La hacienda comprendía lo que ahora conocemos por colonias Roma, Condesa, Hipódromo y parte de Tacubaya. El casco se hallaba en las goteras del pueblo y conocemos su antiguo aspecto gracias a una litografía, extraordinaria por cierto, que data aproximadamente de mediados del siglo XIX. Tenía una entrada común formada por dos pilastrones rematados por pináculos; a un lado, cuatro ventanas enrejadas y dos puertecillas con sobria decoración a base de molduras, una de las cuales daba a un patio con arcos y la otra daba hacia la capilla que tenía un campanario y una cúpula preciosa. La troje se hallaba en la parte trasera, así como la huerta. Las diligencias y los arcaicos omnibuses necesariamente pasaban frente al casco. En el último tercio del siglo XIX, la finca fue adquirida por Dolores Escandón y Arango, quien la heredó a su hija, casada en 1911 con J. Gómez de Parada. El casco fue completamente transformado y convertido en la imponente residencia que hoy ocupa la Embajada Rusa.
Manuel Payno decía del antiguo edificio que "en la apariencia y mientras no lo repongan y varíen los propietarios, nada tiene de notable, pero en el exterior es bastante cómodo y aseado; tiene sobre todo un jardín lleno de exquisitas dalias, de hortensias y otra variedad de flores". Este jardín es mezcla de estilo italiano y francés. En la época de Porfirio Díaz era un palacete. Si hace cien años, cuando era hacienda, fue símbolo latifundista, al llegar a ser embajada rusa, la vida provocó una más de sus ironías. Las escrituras públicas de la fundación de esta colonia están fechadas y autorizadas el 30 de diciembre de 1902. Vendidos los terrenos de la que desde sus inicios fue zona residencial, se procedió a la introducción tanto de drenaje como del agua potable, tareas supervisadas por el Ing. Roberto Gayol.
A partir de 1904, Leandro F. Payron, gerente de la Compañía de Pavimentos, S.A., procedió a petrolizar las primeras 40 calles, subscribiendo el contrato respectivo Víctor M. Garcés, representante de los vecinos. En sus inicios, la Condesa tuvo por límites - al norte, la Colonia Juárez; al sur,la Av. Michoacán y Río de la Piedad; al oriente, la Calzada de Tacubaya (hoy Calzada José Vasconcelos).
Con los años, su enorme extensión se pobló dando origen a otras colonias como la Roma Norte, Roma Sur, Hipódromo e Hipódromo Condesa. Desde 1907 y debido al entusiasmo y aportación pecuniaria de Manuel Fernández del Castillo, Lucas Alamán, José del Rivero, Miguel IIIanes Blanco, Dr. Carlos Cuesta e Ing. José Mondragón, con costo de $600,000 y con el proyecto y planos del excadete de Chapultepec, Ing. Alberto Robles Gil, se había construido la gran plaza de toros El Toreo, en terrenos de la Colonia Condesa, en la manzana ubicada entre las calles 12a. de Durango, Av. Oaxaca, 4a. de Salamanca, 4a. de Valladolid y la de Colima, de estructura metálica y de concreto armado, con capacidad para la entonces fantástica cantidad de 23,000 espectadores. En el costo estuvo incluído el del terreno y el de la construcción, la que en 1946 fue vendida en $ 7 millones para la desmantelación de dicha plaza. Los terrenos en donde estuvo la histórica plaza fueron adquiridos por el Palacio de Hierro para edificar una gran tienda departamental.
Algunas cosas cambiaron a partir de 1954, cuando el edificio fue adquirido por la familia Cosío, inversionistas españoles que ya eran dueños del Frontón México y de la Plaza México, así como de un centenar de vecindades: el parque aledaño se transformó en lavadero de autos, las enredaderas se marchitaron, los cuartos de servicio fueron remodelados y se cancelaron las calderas de vapor, razón por la cual los propios inquilinos tuvieron que instalar calentadores de gas.
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