Amenazan grietas a casas de Iztapalapa

En la casa que rentan los Carmona, los hijos y nietos ven a través de las paredes. Las aberturas de hasta dos centímetros de ancho de las grietas dejan pasar el frío, la luz y el miedo de que se les caigan encima en cualquier momento     Sara Pantoja El Universal Sábado 09 de agosto de 2008 sara.pantoja@eluniversal.com.mx En la casa que rentan los Carmona, los hijos y nietos ven a través de las paredes. Las aberturas de hasta dos centímetros de ancho de las grietas dejan pasar el frío, la luz y el miedo de que se les caigan encima en cualquier momento. De los cinco años que llevan en el lugar, para los 15 integrantes de esta familia, el último ha sido el más crítico porque las grietas han crecido más y aparecieron otras nuevas. "En las noche cuando nos vamos a dormir, se escucha cómo se desprenden las piedras de la pared y vibran las puertas con el aire", contó Mario. De poco les ha servido el resanar las grietas con cemento y yeso, porque se quiebra. Tampoco han funcionado los plásticos que pusieron cuando los vidrios de las ventanas se tronaron por la inclinación de la pared. La vivienda, ubicada en la calle 61 de la colonia Santa Cruz Meyehualco, Iztapalapa, es una de las 130 catalogadas como de alto riesgo por encontrarse sobre zona de grietas, y está considerada por la delegación para su posible demolición. Personal de Protección Civil de Iztapalapa ya los tiene ubicados y hasta les ha propuesto un posible traslado a un albergue para ponerlos a salvo. Pero la enfermedad de la esposa de Mario requiere tener un baño propio y con extremos cuidados de higiene. Por ello, prefieren esperar la posibilidad de alguna ayuda para tener un vivienda propia. En calles como la 71, 63, 61 y otras, hay algunas casas que están también a punto de caerse, además de edificios inclinados o frágiles paredes sostenidas con troncos de árboles y maderos. También en Santa Martha La preocupación no es menor en la colonia Santa Martha Acatitla Sur, donde las grietas son tan comunes, que a sus habitantes ya no les sorprende que se abra el pavimento. Así ocurrió el jueves pasado en la esquina de las calles Diódoro Batalla y Salvador Escalante, cuando un camión de refrescos se echó de reversa y pasó por un hoyo que 15 días antes se abrió por la lluvia. Según los vecinos, el área estaba restringida por cintas de Protección Civil, pero la noche anterior, por la lluvia se cayeron, por lo que a la mañana siguiente pasó el camión y con su peso provocó una apertura de 14.20 metros de largo, 7.50 de ancho y 1.80 de profundidad. Los vecinos ya tenían conocimiento de esa grieta, según contó Juana Morales, cuya casa tiene las marcas de la rebelión de la naturaleza. En el cuarto de sus hijos, en vez de juguetes tirados se ven grietas. En las paredes y en el piso, son de hasta dos centímetros de abertura y desaparecen después de la puerta. Marco Antonio Ponce, director Territorial de Ermita Iztapalapa, explicó que ya se hizo un levantamiento geológico de la zona, donde alrededor de 200 familias tienen afectaciones en sus casas.

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