Contaminación, cambios en la producción y sobrepoblación de especies foráneas los destruyen
Xochimilco agoniza. En un lapso no mayor de tres años morirá, al igual que ya ocurrió con el Canal Nacional. Las causas: incremento en la contaminación, cambio constante en el uso de suelo, invasiones ilegales y modificación de la producción. Todo ello ha provocado que la gente ya no produzca en las chinampas, sino en invernaderos, lo cual incrementa el número de químicos vertidos al agua, advierte el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Luis Zambrano González.
En una reunión con integrantes de las organizaciones Club de Patos y Pro Coyoacán explicó que el “sistema natural que existe en los canales se está rompiendo por la gran cantidad de especies exóticas. Destacan la carpa y la tilapia, las cuales representan 80 por ciento de la población y 90 por ciento de biomasa, situación que debe corregirse, porque están en riesgo especies nativas, como peces y ajolotes”.
Xochimilco contaba con 40 especies de peces godeidos, pero en los últimos años casi todos se han extinguido y sólo es posible encontrar dos; mientras el ajolote mexicano, endémico de los lagos del valle de México, está en peligro de extinción.
Durante los últimos 10 años su población se redujo drásticamente en Xochimilco y, de continuar esa tendencia, en un periodo igual desaparecerá. “Se han convertido en alimento de las carpas. Por cada 95 kilogramos de estas últimas y de tilapias hay cinco de especies nativas, como el ajolote, lo cual desestabiliza el sistema”, precisó el investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.
Recordó que en la época prehispánica dicha especie abundaba en el valle de México, en los lagos de Texcoco, Zumpango y Xaltocan. Ahora “estamos creando santuarios de ajolotes en Xochimilco, a fin de asegurar que sus huevos y larvas juveniles no sean comidos. Si queremos recuperarlos, lo peor es exponerlos, porque cuesta mucho esfuerzo y dinero”.
Acompañado de Alejandro de la Vega y Guadalupe Ocampo, representantes de las organizaciones civiles, comentó que en años recientes se identificó un hongo que afecta a los anfibios. Zambrano González señala que “hace tres años hubiera sido ilógico que lo dijera, pero hoy se puede afirmar que Xochimilco está muriendo y debemos actuar ya para evitar que corra la misma suerte que el Canal Nacional”.
Sostiene que el reducto de agua de 11 kilómetros de longitud, que recorre las delegaciones Tlalpan, Xochimilco, Iztapalapa y Coyoacán, “todavía es recuperable con el esfuerzo de los sectores sociales, gubernamentales y académicos, pero la solución no está sólo en repoblar con ajolotes”.
Hace tres meses, señaló Ocampo, se firmó un acuerdo para recuperarlo y convertirlo en un parque lineal, pero “no hemos visto avances y continúa siendo utilizado como basurero. No sólo encontramos sofás o camas, sino también descargas de sustancias orgánicas y animales muertos, utilizados por santeros, lo cual afecta la salud de colonos.
Únicamente el tramo de La Viga a Río Churubusco se ha convertido en un oasis para patos y gansos, que fueron donados por los mismos vecinos de las colonias Paseo, Campestre y Prado Churubusco, pero ya tenemos una sobrepoblación que debemos atender, mientras en Iztapalapa se dan los primeros pasos para recuperarlo, con el apoyo de la organización Bartola Axayácatl, pero falta mucha cultura cívica y no hay sensibilidad de la población”, agregó.
Por ello, junto con De la Vega exigió la intervención de las autoridades locales y federales, por medio de la Secretaría de Medio Ambiente, pues son pocos los reductos de agua con que cuenta la ciudad de México y “en nuestras manos está mantenerlos o perderlos para siempre”.
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