Política Al Margen
Por Jaime Arizmendi
*El PVEM, Mero Negocio de Familia; ni es Partido ni es Verde
*En sus 23 Años de Vida, dos Presidentes: Padre e Hijo; el "Niño Verde", 15 de Legislador
*Carece de Estructura y Gestión Social; Sólo Invierte en Medios de Comunicación
argonmexico.com / Como ecologista postula el reciclaje, pero lo único que recicla es a sus legisladores… Independientemente de sus broncas particulares con periodistas, o de que intercambie candidaturas por tiempo libre en canales de televisión, lo verdaderamente preocupante es que a sus 23 años de vida, el Partido Verde Ecologista de México nunca ha dejado de operar como un negocio familiar. Desde su fundación, en 1986, a la fecha sólo ha tenido dos presidentes: Jorge González Torres y Jorge Emilio González Martínez, padre e hijo.
Desde toda perspectiva, aun cuando pregona postular como su tema de lucha central la causa ambiental, hasta ahora lo único ecológico que ha privado en el trayecto político del PVEM es el reciclaje, pero de sus legisladores.
El propio "Niño Verde", como se conoce a Jorge Emilio, inició su trayecto parlamentario como diputado local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal; luego se pasó al Palacio Legislativo de San Lázaro donde, luego de haberse convertido en senador de la República, retornó a cumplir un segundo periodo de otros tres años como diputado federal. Con lo cual suma una infatigable e ininterrumpida labor de 15 años como "representante popular".
Para el vicepresidente de la Cámara de Diputados, el panista José Luis Espinosa Piña: uno esperaría que un legislador con 15 años de experiencia fuera de altos vuelos, con gran capacidad para el debate, con un discurso muy bien articulado; que fuera un parlamentario en toda la extensión de la palabra y la verdad que su paso por estos órganos legislativos ha dejado mucho que desear.
Además, tras surgir con la tendencia europea de los movimientos ecologistas, que impulsan la defensa de la vida, al propugnar el PVEM en nuestro país la pena de muerte a secuestradores y asesinos, rompe con esa premisa fundamental y pierde su credibilidad en el exterior, para ser incluso expulsado de la Unión Internacional de Partidos Verdes.
Mientras un partido político nacional serio cuenta con comités seccionales y estructura en todos los estados y municipios, lo cual lo hace perfectamente visible e identificable por la sociedad, el Verde no la tiene porque no le ha interesado. No invierte dinero en estructura, prefiere gastarlo en medios masivos de comunicación que le dan alta rentabilidad sin ningún compromiso social.
En las colonias no se ven a gestores del PVEM, como ocurre con otros partidos políticos. No se ven promotores, tampoco asigna recursos a sus abanderados en campaña. En los pocos lugares donde tienen candidatos, estos se quejan de que los mandan sin dinero. Son muchos los sitios donde han cerrado oficinas
Si se duda hay que preguntárselo al excandidato a gobernador que tuvieron en la elección pasada de Michoacán, Alejandro Méndez, quien prefirió renunciar a ese partido y a su militancia con el argumento: quieren que haga campaña sin recursos, sin apoyo y sin estructura. Ahora es director de la Comisión Forestal del Estado de Michoacán.
Respecto a su "Consejo Político Nacional", se sabe es una simulación totalmente manipulada. Lo integran incondicionales de los Jorge`s González y carece de la pluralidad mexicana. Al Partido Verde sólo acceden un sector reducido de jóvenes de élite de universidades caras y de paga, acusa el diputado Espinosa Piña.
"Utilizando subterfugios y ardides jurídicos, han orquestado una campaña excesiva en medios electrónicos, revistas, incluso en espectaculares, con la finalidad de dar una apariencia de fuerza, de conquistar un nicho del mercado electoral y de mantener sus prerrogativas porque lo que le ha interesado al Verde es mantener sus prerrogativas.
"Pero vamos más allá, el PVEM no responde a la causa ambientalista, los más reconocidos ecologistas de este país, no militan, ni piensan militar, cuando ni siquiera consideran serio a ese partido político. Yo quisiera retar a cualquiera de los legisladores del Partido Verde presentes o a cualquiera de los aspirantes a legislador, a debatir los temas ambientales del país, el programa o la estrategia nacional contra el calentamiento global.
"Que discutamos una política para el desarrollo sustentable, la legislación ambiental de este país y las estructuras del Gobierno encargado de ejercer o de aplicar la política ambiental, que podamos discutir cuáles son los retos en estos cambios del planeta, en estos cambios del clima y los fenómenos asociados. Nadie puede sostener un debate serio de ese partido".
El PVEM es cualquier cosa menos partido. Hay que decirlo porque hay gente que está siendo engañada. Hay que decir que Raúl Araiza, su rostro de esa famosa campaña por la pena de muerte, no cree en la pena de muerte ni milita en el Partido Verde, porque ni le interesan los partidos.
Él mismo admite haber sido seleccionado en un "casting" de entre más de 30 actores sólo porque dio el perfil, pero no está de acuerdo con la pena de muerte, ni le interesa la política. Su intervención es como si lo hubiera contratado Coca Cola o Marinela.
Así las cosas, hacer de la situación coyuntural una causa de campaña es pretender burlarse de la sociedad y, si aspiramos a transformar el sistema político mexicano, hay que cortar esos lastres onerosos, pesados y caros, como el Partido Verde Ecologista de México, uno de los errores del sistema más caros de nuestro país. Entonces, dale sentido a tu voto, ¡no taches el emblema del PVEM!… Comentarios: argonimage@gmail.com y jarizmx@yahoo.com.mx
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