La línea 12, al a'i se va
EL UNIVERSAL
02-octubre-2008
Sara Pantoja y Johana Robles.
Entre calles y baches
Johana Robles (*)
La línea 12 del Metro, la obra de infraestructura más importante de la ciudad en años y que traerá beneficios a miles de capitalinos, parece que pierde la brújula.
A unos días de arrancar formalmente los trabajos, el 23 de septiembre, Servando Delgado, quien desde el comienzo de la administración estuvo a cargo del proyecto de la Línea Dorada, fue retirado del cargo.
En su lugar, arribó Enrique Horcasitas Manjarrez, quien se mantuvo en la iniciativa privada en los últimos años y durante 29 años fue empleado de la empresa ICA, consorcio que construirá la línea 12 del Metro.
En su discurso durante el arranque de obras en Ermita Iztapalapa, el ahora director del Metro se mostró titubeante y dijo que son 12 kilómetros de longitud del trazo, cuando en realidad son 24.5 kilómetros y confundió la estación de Ciudad Azteca con el Estadio Azteca.
Pero no sólo el cambio al frente de las obras que tendrán una inversión de 17 mil 583 millones de pesos, es el caos que se percibe.
También es el hecho del incumplimiento en las fechas de arranque y entrega no sólo de la construcción del Metro, sino de las acciones alternas.
El tiempo los alcanza y todo se aprueba al límite.
Así fue con la autorización del cambio de uso de suelo, el pasado 29 de agosto por los diputados locales, para construir la estación terminal y los talleres en el predio Terremotitla, en la delegación Tláhuac.
Pero en esta zona, todavía el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, no adquiere la totalidad de los predios que requiere.
Con el tiempo encima, la Secretaría de Medio Ambiente autorizó el estudio de impacto ambiental a mediados de septiembre, pero del primer trazo planteado que iba por Eje 3 Oriente.
En estos días, la dependencia capitalina aún estudia los cambios hechos al trazo, además de que todavía no se tiene el inventario forestal de lo que implicará construir en la zona rural de Tláhuac, en el predio de Terremotitla.
Se trata de un proyecto de gran complejidad técnica, sin embargo, las autoridades todavía no tienen el proyecto ejecutivo completo ni con una empresa que supervise los trabajos.
Todo ello derivó en la modificación de las fechas de entrega. Así que la Línea Dorada ya no será del Bicentenario porque todo el proyecto se retrasó por el momento cuatro meses.
Así que Marcelo Ebrard no podrá lucirla para el Bicentenario. Pero ya tendrá otras obras.
Y ni qué decir de los cortes viales. El día del arranque de las obras, la medida sorprendió a los capitalinos porque las autoridades han mantenido bajo llave la información de la línea 12 del Metro.
La información sale a cuenta gotas. Pero el impacto a la ciudadanía es fuerte.
(*) Johana Robles, reportera en temas de infraestructura urbana y delegaciones
EL UNIVERSAL
02-octubre-2008
Sara Pantoja y Johana Robles.
Entre calles y baches
Johana Robles (*)
La línea 12 del Metro, la obra de infraestructura más importante de la ciudad en años y que traerá beneficios a miles de capitalinos, parece que pierde la brújula.
A unos días de arrancar formalmente los trabajos, el 23 de septiembre, Servando Delgado, quien desde el comienzo de la administración estuvo a cargo del proyecto de la Línea Dorada, fue retirado del cargo.
En su lugar, arribó Enrique Horcasitas Manjarrez, quien se mantuvo en la iniciativa privada en los últimos años y durante 29 años fue empleado de la empresa ICA, consorcio que construirá la línea 12 del Metro.
En su discurso durante el arranque de obras en Ermita Iztapalapa, el ahora director del Metro se mostró titubeante y dijo que son 12 kilómetros de longitud del trazo, cuando en realidad son 24.5 kilómetros y confundió la estación de Ciudad Azteca con el Estadio Azteca.
Pero no sólo el cambio al frente de las obras que tendrán una inversión de 17 mil 583 millones de pesos, es el caos que se percibe.
También es el hecho del incumplimiento en las fechas de arranque y entrega no sólo de la construcción del Metro, sino de las acciones alternas.
El tiempo los alcanza y todo se aprueba al límite.
Así fue con la autorización del cambio de uso de suelo, el pasado 29 de agosto por los diputados locales, para construir la estación terminal y los talleres en el predio Terremotitla, en la delegación Tláhuac.
Pero en esta zona, todavía el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, no adquiere la totalidad de los predios que requiere.
Con el tiempo encima, la Secretaría de Medio Ambiente autorizó el estudio de impacto ambiental a mediados de septiembre, pero del primer trazo planteado que iba por Eje 3 Oriente.
En estos días, la dependencia capitalina aún estudia los cambios hechos al trazo, además de que todavía no se tiene el inventario forestal de lo que implicará construir en la zona rural de Tláhuac, en el predio de Terremotitla.
Se trata de un proyecto de gran complejidad técnica, sin embargo, las autoridades todavía no tienen el proyecto ejecutivo completo ni con una empresa que supervise los trabajos.
Todo ello derivó en la modificación de las fechas de entrega. Así que la Línea Dorada ya no será del Bicentenario porque todo el proyecto se retrasó por el momento cuatro meses.
Así que Marcelo Ebrard no podrá lucirla para el Bicentenario. Pero ya tendrá otras obras.
Y ni qué decir de los cortes viales. El día del arranque de las obras, la medida sorprendió a los capitalinos porque las autoridades han mantenido bajo llave la información de la línea 12 del Metro.
La información sale a cuenta gotas. Pero el impacto a la ciudadanía es fuerte.
(*) Johana Robles, reportera en temas de infraestructura urbana y delegaciones
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