Ciudadanos en red 2 de abril de 2009 EL CERRO DE LA ESTRELLA Beatriz Ramírez González Cronista de Iztapalapa
Falta poco tiempo para que inicie la Semana Santa. En la Delegación Iztapalapa han comenzado los preparativos para recibir a los más de dos millones de personas que se dan cita cada año en la cabecera de esta demarcación, para presenciar la representación de la pasión y muerte de Cristo que llevan a cabo los habitantes nativos de los ocho barrios.
Muchos aprovecharán su estancia para visitar el resto del Cerro de la Estrella, no sólo el predio de La Pasión, por lo que en esta ocasión ofrecemos breves datos que ayuden a visitarlo con mayor interés, puesto que se encontrarán en un área natural protegida con zonas arqueológicas.
Esta elevación, llamada Huizachtépetl en la época prehispánica, forma parte de la cadena de volcanes de la Sierra de Santa Catarina que hicieron erupción hace miles de años, antes de que se asentaran los primeros grupos humanos en la parte oriental de la cuenca de México. A veces el Cerro quedaba rodeado por agua, convirtiéndose en una isla debido a la fluctuación del nivel del lago; al descender, de nuevo se conectaba con la Sierra.
Declarado parque nacional en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas, con mil 100 hectáreas de superficie, actualmente el área natural protegida sólo tiene 143 hectáreas; su altitud es de 2,450 metros sobre el nivel del mar y su altura sobre el nivel medio de la Ciudad de México es de 224 m. Tiene un clima templado subhúmedo y una vegetación producto de reforestaciones de eucaliptos. Posee un área de convivencia familiar con asadores, mesas y juegos tubulares, otra para prácticas deportivas y un mirador. El área de campismo tiene juegos infantiles, palapa, área para casas de campaña y asador. Funciona bajo un programa formulado por la delegación Iztapalapa y la Dirección General de Servicios Educativos en Iztapalapa, de la Secretaria de Educación Pública, que implementa actividades para grupos escolares de lunes a sábado durante el ciclo escolar, las 24 hrs. del día.
Por las características del suelo, el cerro ayuda a recargar el manto acuífero por la filtración de las lluvias, proporciona oxigeno, retiene partículas contaminantes y regula la temperatura alta del ambiente en épocas de lluvia. El 30 de mayo de 1991, fue declarado "Área natural protegida", sujeta a conservación ecológica.
En la cima del Cerro de la Estrella las primeras investigaciones arqueológicas consistentes en sondeos y exploraciones fueron realizadas el Instituto Nacional de Antropología e Historia en 1974 y, desde entonces, se han efectuado cuatro diferentes proyectos arqueológicos. El último, de noviembre de 2002 a diciembre de 2006, fue el Proyecto de Investigación Antropológica Cerro de la Estrella (PIACE), que en su Programa de Arqueología tuvo como principal objetivo la exploración total del conjunto arquitectónico del Templo del Fuego Nuevo, su reforzamiento estructural y su consolidación.
Hay restos arquitectónicos de dos monumentos que forman parte de un mismo complejo. El más importante es el templo-pirámide donde se celebraba la Ceremonia del Fuego Nuevo cada 52 años. La construcción está orientada hacia el poniente; se compone de cinco superposiciones, lo cual señala cinco períodos constructivos que corresponden a diferentes épocas. Consta de una amplia escalinata de siete escalones, flanqueada por anchas alfardas y cuerpos remetidos en talud; en algunas partes todavía existen aplanados de estuco.
Frente al monumento hay restos de cimientos de pequeños aposentos que fueron construidos tardíamente. Hacia el oeste, sobre una pequeña terraza, se localiza otra pequeña estructura que servía de antesala para llegar a la cima.
El conjunto arquitectónico sufrió una paulatina destrucción, por la erosión natural y la explotación del cerro como mina para obtener material para construcción. A partir del PIACE, se logró restituir la plataforma, escalinatas, muros y taludes del basamento así como la recuperación parcial del volumen de la plaza. Hubo un proceso de exploración arqueológica mediante pozos en el piso del templo, con lo que se descubrieron varias piezas, como una vasija semi-completa que corresponde aproximadamente al año 300 d.C. Al terminar esta tarea se cubrió nuevamente el piso.
A fines de 2006 quedó consolidado todo el conjunto y a principios de 2008 se concluyó una barda de contención para evitar derrumbes en el lado norte de la pirámide. Según las evidencias, en la cima del Cerro se realizaban ceremonias desde por lo menos el año 500 a.C.
También se efectuó la catalogación de las más de 60 cuevas que existen en el Cerro, pues la mayoría de ellas fueron utilizadas con fines habitacionales y ceremoniales en la época prehispánica. Así mismo, se han localizado y catalogado más de cien petroglifos, o piedras grabadas, con diferentes diseños.
Algunas piezas arqueológicas encontradas en diferentes áreas del Cerro de la Estrella conforman parte del acervo de los Museos del Exconvento de Culhuacán y del Fuego Nuevo, que podrán también visitar para conocer más sobre la historia de Iztapalapa.
Si tienen suerte de que el ambiente esté despejado, podrán tener una hermosa vista del Valle de México, como la de esta imagen, tomada precisamente desde la pirámide en la cima. Hacía abajo vemos, en color amarillo, el Museo del Fuego Nuevo, y alejando un poco más la mirada, encontramos los techos blancos de la Central de Abasto, construida sobre los terrenos que fueron las chinampas de Iztapalapa todavía hasta 1975.
Si quieren observar con mayor detalle los alrededores, pueden bajar al otro mirador, sobre el camino del cerro, y utilizar los telescopios que la Delegación instaló. No podrán omitir la visita al Santuario del Señor de la Cuevita, que se encuentra en las faldas del cerro, y del que ya se ha hablado en este mismo espacio. La invitación está hecha. ¡Que disfruten el paseo! |
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