Apunte económico
Brasil Acosta Peña
MTI/ Texcoco Mass Media/Brasil Acosta Peña
Febrero 23, 2010
Febrero 23, 2010
Texcoco, México.- (Texcoco Mass Media).- El lago de Chalco, lago dulce junto con el de Xochimilco, y los lagos salados de Texcoco, Zumpango y Xaltocan, formaban parte de la llamada cuenca lacustre del Valle de México. Aunque eran lagos de poca profundidad, pues para hacer basamentos se ocupaban en algunas zonas tan sólo 2 metros de profundidad, proveían de recursos naturales y permitieron el desarrollo del sistema de Chinampas, de suma importancia para el abastecimiento de alimentos en toda la región, ante la falta de terrenos para sembrar.
Con la llegada de los españoles se destruyó el encanto del abastecimiento vía las chinampas y se trató de desecar el lago de Chalco, so pretexto de las constantes inundaciones; y se dieron pasos concretos en esa dirección, pues poco a poco la tierra fue ganándole espacio al lago. En los días que corren, el lago está prácticamente desecado y sólo queda "viva" un área protegida desde 1986 a la que se conoce como las humedades de Tláhuac; área que, según las condiciones climatológicas, alcanza a cubrir entre 400 y 800 hectáreas.
El proceso de inmigración, derivado de las leyes de población del sistema capitalista mexicano (que corresponden a las leyes del sistema capitalista en general), que atrae a las zonas de desarrollo industrial a la gente proveniente del campo con la cual se conforma lo que se conoce como el ejército industrial de reserva, mismo que ejerce presión sobre los que tienen un trabajo y los obliga a trabajar más con un salario menor, pues podrían ser despedidos en cualquier momento y ser sustituidos por los del ejercito antedicho; hizo que la zona del viejo lago de Chalco se convirtiera en una de las más grandes ciudades dormitorio del país, en la cual se asentaron miles de familias en casas precarias y bajo condiciones de vida realmente deplorables. A finales de los ochentas y principios de los años noventa, el gobierno de la República de entonces, realizó fuertes inversiones de recursos, bajo el nombre de Solidaridad, que derivaron en obras sociales: pavimentaciones, electrificaciones, obras de drenaje y, también, perforación de pozos para dotar del servicio de agua potable.
Sobre esto último quiero centrar la atención para denunciar cómo el sistema económico no tiene entre sus prioridades una política de planeación y de vivienda que satisfaga las necesidades del sistema mismo y de la población en general, pues luego de esas fuertes inversiones, no se han hecho más de trascendencia.
Efectivamente, a principios de los años ochenta, se perforaron de 14 pozos de agua con 400 metros de profundidad en la zona que conforma el lago de Chalco. A esta batería de pozos se les conoce como Sistema Mixquic-Santa Catarina. A decir de los científicos del Centro de Geociencias de la UNAM, Dalia del Carmen Ortiz y Adrián Ortega (MILENIO, 16/02/2010), la constante salida de agua sin un sistema hidráulico que contrarreste esa salida, ha hecho que cada año se observen hundimientos de hasta 40 centímetros, por lo que se estima que para el 2015 los hundimientos hayan alcanzado los 15 metros. De seguir así los hundimientos, provocarán el nacimiento de un nuevo lago de aproximadamente mil 500 hectáreas, es decir, la zona que abarca a 12 colonias ubicadas en su parte más baja.
Se estima, por tanto, que se verán afectados 120 mil habitantes que, de no ser desalojados, sufrirán peores consecuencias que las que ahora vivieron los damnificados vecinos debido al desbordamiento del canal de la compañía.
Las colonias que se verán afectadas son: "Valle de Chalco: Américas I y II, María Isabel, Niños Héroes I y II, Alfredo Baranda y las secciones 1 a 4 de San Miguel Xico y las que se encuentran en la parte oriente de Tláhuac: La Habana y San José". La pregunta obligada es: ¿qué está pensando la autoridad al respecto? ¿Cómo piensan resolver este pequeño problemita? La respuesta obligada, también, es: nada o casi nada. ¿Por qué? A juzgar por lo que no hicieron en el canal de la compañía antes de que sucediera la catástrofe. Ahora sí, muerto el niño les da por tapar pozos (y eso todavía está por verse).
En el caso del nuevo lago, se estima que serán 24 mil las familias afectadas (un promedio simple de 5 personas por familia), lo cual significa que se requieren 24 mil viviendas nuevas en una zona segura, en la cual no vaya a surgir un nuevo lago y, finalmente, en la que se cuente con todos los servicios que garanticen un nivel de vida digno. O bien, en su defecto, deberán construirse obras hidráulicas de gran impacto y, para ello, se requieren fuertes inversiones que, a juzgar por las que no se han hecho en el canal de la compañía recientemente desbordado, brillarán por su ausencia.
Estamos, pues, ante la posibilidad real de una catástrofe de importantes dimensiones; por lo mismo, si el gobierno no toma cartas en el asunto oportunamente, sólo queda a los posibles afectados la tarea de unificar esfuerzos y dar una lucha inteligente, pacifica, pero enérgica, con tal de garantizar que se realicen las obras hidráulicas adecuadas o se efectúe un plan de vivienda digna para evitar el mal que se avecina. Hay que advertirle a los futuros damnificados que nada se obtiene con lamentaciones una vez "pasado el chaparrón"; lo verdaderamente sensato y útil es unificar fuerzas y actuar como una sola fuerza; sólo así las autoridades estarán en condiciones de prevenir adecuadamente las dramáticas consecuencias el renacimiento del lago de Chalco.
Quisiera guardar la hermosa imagen del antiguo lago de Chalco que Don Manuel Payno pintó en mi mente con su obra "Los Bandidos de Rio Frío"; imagen en la que se respiraba un ambiente de tranquilidad con la fuerza que la naturaleza sabe impregnar a sus paisajes; y no quisiera, por tanto, que la nube gris del dolor del pueblo asentado en el viejo lago si la terrible inundación hace acto de presencia.
brasil_acosta@yahoo.com
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