INCONFORME CON USO HABITACIONAL DE UN PREDIO
Yo Lector
26-Jun-2008
Nuevo Excelsoir
Señor director:
Es sorprendente la incongruencia con la que se manejan las autoridades del Gobierno del Distrito Federal. Por una parte, en las declaraciones y actos públicos defienden el derecho de los ciudadanos para opinar en relación con lo que consideran privatizaciones y, por otra, toman decisiones sin consultar a nadie e ignoran las evidentes muestras de repudio que hacia ellas les manifiestan los habitantes del DF.
Por ejemplo: el jefe de Gobierno pretende reubicar a 86 familias, pertenecientes a la organización Frente Popular Francisco Villa, en un predio propiedad del Gobierno del DF, ubicado en la esquina de la calzada Ermita Iztapalapa con el Eje 3 Oriente, delegación Iztapalapa, y privatizar así un terreno que pertenece a los ciudadanos para, así, pagar la factura política derivada de los apoyos pasados, presentes y seguramente los futuros que adeuda a esa organización que es parte de su clientela electoral.
Ignora, además, las manifestaciones de inconformidad de los habitantes de las colonias Banjidal, Cipreses, El Prado, Emperador Cacama, Escuadrón 201, Granjas Esmeralda, Granjas San Antonio, Mexicaltzingo, entre otras.
Además, a los habitantes de esas colonias no les parece correcto que se utilice el dinero de los impuestos que ellos pagan, para construir cuartos de 3.5 por 3.5 metros (incluido el baño), cocinas y lavaderos comunitarios y hacinar en el predio a más de 400 personas, con el consecuente consumo de agua y energía eléctrica, que serán pagados con los mismos fondos del Gobierno de la ciudad, y se fomentará así la práctica de los miembros de esa organización (quienes antes fueron posesionarios en el predio Degollado), para vivir de gratis a cambio de apoyar políticamente al partido al que pertenecen el jefe de Gobierno y el delegado en Iztapalapa.
Los problemas de escasez de agua y de inseguridad que, como es ampliamente conocido, se padecen en esa zona de la capital, se verían seriamente agravados por el establecimiento de ese campamento, razón por la cual los habitantes de las colonias mencionadas se valdrán de todos los medios que la ley les concede, para evitar ese acto de autoritarismo y de corrupción política.
Manuel Bravo Solís
México, DF
Yo Lector
26-Jun-2008
Nuevo Excelsoir
Señor director:
Es sorprendente la incongruencia con la que se manejan las autoridades del Gobierno del Distrito Federal. Por una parte, en las declaraciones y actos públicos defienden el derecho de los ciudadanos para opinar en relación con lo que consideran privatizaciones y, por otra, toman decisiones sin consultar a nadie e ignoran las evidentes muestras de repudio que hacia ellas les manifiestan los habitantes del DF.
Por ejemplo: el jefe de Gobierno pretende reubicar a 86 familias, pertenecientes a la organización Frente Popular Francisco Villa, en un predio propiedad del Gobierno del DF, ubicado en la esquina de la calzada Ermita Iztapalapa con el Eje 3 Oriente, delegación Iztapalapa, y privatizar así un terreno que pertenece a los ciudadanos para, así, pagar la factura política derivada de los apoyos pasados, presentes y seguramente los futuros que adeuda a esa organización que es parte de su clientela electoral.
Ignora, además, las manifestaciones de inconformidad de los habitantes de las colonias Banjidal, Cipreses, El Prado, Emperador Cacama, Escuadrón 201, Granjas Esmeralda, Granjas San Antonio, Mexicaltzingo, entre otras.
Además, a los habitantes de esas colonias no les parece correcto que se utilice el dinero de los impuestos que ellos pagan, para construir cuartos de 3.5 por 3.5 metros (incluido el baño), cocinas y lavaderos comunitarios y hacinar en el predio a más de 400 personas, con el consecuente consumo de agua y energía eléctrica, que serán pagados con los mismos fondos del Gobierno de la ciudad, y se fomentará así la práctica de los miembros de esa organización (quienes antes fueron posesionarios en el predio Degollado), para vivir de gratis a cambio de apoyar políticamente al partido al que pertenecen el jefe de Gobierno y el delegado en Iztapalapa.
Los problemas de escasez de agua y de inseguridad que, como es ampliamente conocido, se padecen en esa zona de la capital, se verían seriamente agravados por el establecimiento de ese campamento, razón por la cual los habitantes de las colonias mencionadas se valdrán de todos los medios que la ley les concede, para evitar ese acto de autoritarismo y de corrupción política.
Manuel Bravo Solís
México, DF
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