Debido a que el desplome del DF sólo se puede mitigar, expertos proponen innovar en construcciones
Los hundimientos de la ciudad de México no se detendrán debido a la explotación de los mantos acuíferos y sobre todo a las fallas tectónicas que atraviesan gran parte del suelo, por lo que el reto para las autoridades es aminorar la situación, rediseñar las construcciones afectadas e implementar métodos de construcción que permitan a edificaciones futuras soportar los desplomes.
Rodrigo Mondragón, jefe de Posgrado en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, unidad Ticomán, del IPN, explicó que la capital se hunde desde la Colonia y se tiene registro de renivelaciones en 1800, aunque la diferencia es que los abatimientos son más pronunciados.
Admitió que contrarrestar la problemática requiere de una inversión alta, pues las obras deben ser más profundas. Además, se deben dejar de lado las medidas superficiales.
De acuerdo con datos de la UNAM, la ciudad se hunde diez centímetros al año, en promedio, aunque hay zonas como la suroriente donde la cifra llega a 40 centímetros. En el último siglo la Ciudad de México se ha hundido cerca de ocho metros.
A decir del experto, las autoridades deben ser conscientes del suelo chilango: una cuenca en consolidación que tiende a compactarse, con fracturas y fallas con desplazamiento.
Asimismo, deben realizar estudios para ubicar y delimitar puntos rojos y reubicar construcciones en áreas de alto riesgo.
El especialista reconoció que en los últimos años el gobierno capitalino se ha acercado al IPN para estudiar el riesgo del subsuelo, pero planteó que las acciones deben ser permanentes.
"El daño ya está hecho y no se va a resolver, se mitiga."
El reto para las autoridades, insistió, es crear nuevos métodos para rediseñar las construcciones afectadas por los hundimientos diferenciales y blindarlas para los años venideros.
A esto se debe sumar un proyecto de recarga de los mantos acuíferos del DF, toda vez que padecen una sobre explotación de poco más de 24 metros cúbicos de agua por segundo.
El Consejo Ciudadano para el Desarrollo Sustentable A.C. propuso construir 50 pozos captadores de agua y plantas potabilizadoras, para contrarrestar el conflicto, pero a largo plazo.
Según la asociación, de la cual es integrante el ex diputado Daniel Salazar, si se toman medidas inmediatas tardaría diez años en nivelarse la captación y extracción de líquido en los mantos acuíferos, lo que redundaría en menores hundimientos.
Reparan, por tercera vez, la Línea A del Metro
>Una zona muy afectada por los hundimientos es Calzada Ignacio Zaragoza, lo cual ha impacto a la Línea A del Metro que corre por esa vía. Tan sólo este año el Gobierno del DF invertirá 600 millones de pesos para renivelar las vías.
De acuerdo con datos del Sistema de Transporte Colectivo Metro, la Línea A presenta hundimientos de hasta siete metros en el tramo de Guelatao a Acatitla, en la delegación Iztapalapa.
Eso afectó el cajón y las vías, lo que obligó al organismo a reducir la velocidad de los convoyes, de 70 a 45 kilómetros por hora, en el trayecto de Guelatao a la Paz.
Existen 58 puntos críticos de hundimientos diferenciales a lo largo de la ruta, que diariamente transporta a 380 mil personas.
La explicación es que el subsuelo de esa zona está compuesto por arcilla, grava de tezontle, roca y arenas, sencillas y limosas, que ocasionan deformaciones en el cajón donde corren los trenes.
Para evitar el cierre total de la Línea A, el STC optó por el relleno de las fallas del suelo con polímeros, como se tenía previsto. Las obras se extenderán todo el año.
Además, el director del Metro, Francisco Bojórquez, no descartó la reconstrucción de algún tramo.
Esa línea fue inaugurada en 1991, pero ya tuvo cierres por reparaciones en 2002 y 2005, el primero fue el más prolongado, pues dejó de prestar servicio durante un año.
Tláhuac, la más afectada
>Tláhuac es la delegación que actualmente presenta un mayor número de hundimientos, de acuerdo con el Atlas de Peligros y Hundimientos de la Secretaría de Protección Civil del DF.
El director de ese proyecto, José Luis Hernández, explicó que la problemática se atribuye al aumento poblacional de esa demarcación.
Hernández admitió que los desniveles no son tan apreciables como en puntos urbanizados, porque se presentan en terrenos de gran extensión e incluso sembradíos.
El Atlas de Peligros y Riesgos del DF, elaborado en 2007, permite conocer la velocidad de los hundimientos e integrar mapas para tomar medidas.
Los daños son diferente en las zonas y en algunos puntos están en proceso de aceleración.
Entre las acciones emprendidas por el GDF para contrarrestarlos, se encuentran obras de renivelación y ajustes a estructuras, pero también se ha dejado que el propio suelo se acomode.
Se agota el agua
La extracción de líquido está relacionada con los hundimientos. Aquí el panorama:
La mayor parte del agua que se consume en la capital proviene de los pozos ubicados en Tláhuac e Iztapalapa, y el resto del Sistema Cutzamala.
Las presas del Sistema Cutzamala se encuentran a 59% de su capacidad.
El consumo per capita en el DF es de 330 litros al día, mientras que en Francia es de 190.
La Ciudad de México se encuentra en la región hidrológica XIII.
Está conformada por siete acuíferos.