jueves, 15 de enero de 2009

El DF, oasis sobreexplotado

Más de mil millones de habitantes en el mundo no tienen acceso al agua; en el DF se pierden, por segundo, 15 metros cúbicos del líquido, entre fugas y el mal uso

RUMBO DE MEXICO
14/01/2009

MAURICIO GONZÁLEZ

Más del 60 por ciento del territorio del Distrito Federal está considerado como suelo de conservación, y es justamente ahí en donde se recargan gran parte de los mantos acuíferos subterráneos que brindan el líquido a todo el Valle de México, sin embargo la población padece de la escasez del recursopor problemas en la infraestructura hidráhulica y la nula cultura de cuidado.

Las delegaciones en donde se cuenta con suelo de conservación son Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac. Esta área sirve como territorio de filtración de agua hacia los mantos freáticos, de donde proviene el alrededor del 70 por ciento del agua disponible para la ciudad de México. [Y ESAS ZONAS SON PRECISAMENTE LAS QUE SE VAN A DESTRUIR CON LA CONSTRUCCIÓN DE LA LINEA 12 DEL METRO]

El Consejo de Población del Distrito Federal indicó que en la Zona Metropolitana del Valle de México se pierden, aproximadamente, 15 metros cúbicos de agua por segundo, suficientes para satisfacer la demanda de ocho millones de habitantes; por ello, en un plazo de 10 a 15 años, deben modificarse las costumbres relacionadas con el uso del agua, para aprovechar este líquido de una manera más eficiente, reduciendo el consumo por habitante de 193 a 150 litros al día.

El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) realiza constantes programas para el ahorro responsable del líquido entre los capitalinos, principalmente en la detección y la denuncia oportuna de fugas, la instalación de accesorios que permiten el ahorro sustentable y, sobre todo, haciendo conciencia sobre su valor y el trabajo que cuesta llevarla a los hogares, pero los esfuerzos no reflejan una mejoría en la situación.

La mayoría del agua que se consume en el Distrito Federal se extrae del subsuelo mediante la construcción de pozos, lo que equivale al 65 por ciento; el resto, es traído mediante una compleja red de abastecimiento desde los ríos Cutzamala y Lerma; en contraparte, el 35 por ciento del agua con la que cuenta la capital se pierde debido a las fugas, lo que significa un elevado costo, no sólo económico, sino, sobretodo, ambiental, indicó el Consejo de Población capitalino.

De acuerdo con datos proporcionados por esta organización durante la campaña del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, indicaron que, actualmente, el volumen de agua que extraemos de los acuíferos es mayor que la que se recupera naturalmente por medio de la lluvia; cada segundo se extraen del subsuelo 45 metros cúbicos, y sólo se reponen 25 metros cúbicos.

En consecuencia, el suelo se compacta y propicia el hundimiento de 10 centímetros por año, aunque en ciertos lugares como Xochimilco, Tláhuac, Ecatepec, Nezahualcóyotl y Chalco, el suelo se ha compactado hasta 40 centímetros en tan solo un año; por ello, el agua que se extrae contiene cada vez mayor cantidad de minerales, lo que reduce su calidad.

Lo obsoleto de las redes de distribución de agua potable, aunado al suelo blando de la zona, provoca que el 37 por ciento del volumen total del suministro de este líquido se pierda por fugas en las tuberías, lo que equivale a dos veces la cantidad de agua que consume la ciudad de León, en Guanajuato.

La necesidad de traer agua desde cuencas fuera del Valle de México obedeció, en gran parte, al hundimiento de la ciudad, ocasionado por la extracción de agua del subsuelo.

De esta forma, se suministra a los habitantes de esta ciudad 35 mil litros de agua potable por segundo en promedio, para lo cual existen 27 plantas potabilizadoras y 377 dispositivos de coloración.

Transportación

De acuerdo con el Consejo de Población del Distrito Federal, el agua en la capital se transporta por medio de 514 kilómetros de acueductos y líneas de conducción, hacia 297 tanques de almacenamiento, los cuales llegan a las tomas de los usuarios por medio de 910 kilómetros de red primaria y 11 mil 900 kilómetros de redes de distribución.

En la Zona Metropolitana de la ciudad de México, se dan básicamente tres usos al agua: el 67 por ciento se destina al sector doméstico, el 17 por ciento se utiliza en industrias y el 16 por ciento en escuelas, hospitales y oficinas.

El consumo mínimo de agua en la ciudad de México por nivel social se da de la siguiente manera: en algunos asentamientos irregulares es alrededor de 28 litros por habitante; mientras que la estimación de consumo promedio en las zonas de sectores medios es de entre 275 y 410 litros por habitante, y en los sectores de máximos ingresos, es de entre 800 y mil litros por habitante al día.

En el Distrito Federal, el 83 por ciento de las aguas de reuso se destinan a la irrigación de áreas verdes y a actividades recreativas, el 10 por ciento en las industrias, el cinco por ciento para el riego agrícola y el dos por ciento para usos comerciales, como lavado de autos y ventanas, entre otros.

Situación mundial

En las últimas tres décadas, el tema de la crisis del agua ha adquirido un lugar preponderante en la agenda política de la mayoría de los países del mundo; incluso, se han organizado foros mundiales y nuestro país fue sede de la cuarta edición en 2006, cuando se reunieron cerca de 20 mil personas de 149 países, con el propósito de hacer un llamado a que los gobiernos del mundo reafirmen su voluntad política y asuman compromisos concretos para avanzar en la solución de la problemática del agua y el saneamiento.

A pesar de los esfuerzos que se han realizado, la situación continúa empeorando. De acuerdo con la primera edición del Informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo, se estima que a mediados del presente siglo, siete mil millones de personas en 60 países sufrirán de escasez de agua, en el peor de los casos, y en el mejor, se tratará de dos mil millones de personas en 48 países.

Pero la situación actual arroja cifras preocupantes. De acuerdo con el informe de la ONU, más de mil millones de habitantes en el mundo no tienen acceso al suministro de agua apta para el consumo, y garantizar el suministro para esas personas requeriría de una inversión cinco veces mayor que la actual, es decir, cerca de 560 mil millones de pesos al año.

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